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15: Resiliencia incrementada, ecosistemas restaurados

 

Para 2020, se habrá incrementado la capacidad de recuperación de los ecosistemas y la contribución de la diversidad biológica a las reservas de carbono, mediante la conservación y la restauración, incluida la restauración de
por lo menos el 15% de los ecosistemas  degradados, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático y a la adaptación a este, así como a la lucha contra la desertificación.
A. Descripción de como el Ecuador ha contribuido al logro de esta Meta de Aichi
En el Ecuador, se estima que el 47% del territorio presenta problemas de degradación de la tierra causada por la deforestación de ecosistemas frágiles para la implantación de nuevos cultivos y/o pastizales, la excesiva labranza o mecanización de los suelos para la preparación del suelo en la siembra o para la cosecha de productos, la utilización del fuego para la limpieza del terreno y para la generación de rebrotes de pajonales, el sobrepastoreo, la siembra en zonas de laderas y a favor de la pendiente, el uso intensivo de agroquímicos, la deforestación de la cobertura vegetal en zonas de recarga hídrica y protección de cauces, el inadecuado manejo del riego, entre otros. En el Ecuador se han generado varios intentos por identificar a nivel espacial las zonas en los que intervienen los procesos de desertificación y degradación de la tierra. Sin embargo, no se cuenta con levantamiento de información o modelamiento que permita identificarlas con exactitud (MAE, 2000). Se estima que en el Ecuador se pierden entre unas 30 y 50 toneladas anuales de suelo fértil por hectárea (Suquilanda, 2008). Los procesos de degradación de la tierra y de los ecosistemas naturales conllevan la disminución de las capacidades productivas y de la calidad de vida de las personas, sobre todo de aquellas que sustentan sus medios de vida en la provisión de los servicios que brindan estos ecosistemas.

Si bien la degradación de la tierra es un proceso inducido por diversos factores relacionados con prácticas agrícolas y forestales inadecuadas, ocasionando efectos locales tales como la pérdida de suelos fértiles o la disminución de nutrientes del suelo.

La Estrategia Nacional de Cambio Climático del Ecuador y el Plan Nacional de Cambio Climático establecen las medidas de adaptación y mitigación que deben ser implementadas en el Ecuador. El Comité Interinstitucional de Cambio Climático, creado mediante Decreto Ejecutivo, constituye una instancia de alto nivel para transversalizar la política de cambio climático en las políticas públicas. Existe una importante experiencia acumulada en el país a partir de proyectos que se implementaron en los últimos cinco años y que permitieron validar metodologías y medidas de adaptación y mitigación frente al cambio climático. Entre estas experiencias podemos encontrar el Proyecto Regional Andino de Adaptación al Cambio Climático (PRAA), la Gestión de la Adaptación al Cambio Climático para Disminuir la Vulnerabilidad Social, Económica y Ambiental (GACC), el Proyecto de Adaptación al Cambio Climático a través de una efectiva gobernabilidad del agua en el Ecuador (PACC), Fortalecimiento de la resiliencia de las comunidades ante los efectos adversos del cambio climático con énfasis en seguridad alimentaria y consideraciones de género en la cuenca del río Jubones y la provincia de Pichincha (FORECCSA) y el Proyecto de Fomento de Capacidades en Mitigación al Cambio Climático en Ecuador (FOCAM). Se encuentra en proceso de actualización el Plan de Acción Nacional contra la Desertificación, articulado con la ENCC y la ENBPA; de esta manera, configuran un potente marco de planificación y acción multisectorial para abordar las causas de la degradación de los ecosistemas. El capítulo de restauración integrado al Programa Nacional de Incentivos ofrece enormes oportunidades para generar procesos de recuperación de hábitats degradados y estimular acciones de adaptación. El Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Agricultura han establecido, mediante acuerdo ministerial, apoyado en un mapa 1:100000 de la cobertura y uso del suelo en Ecuador, los límites de expansión de la frontera agrícola sobre las áreas naturales, así como las áreas de producción agropecuaria sostenible.

 

En el Ecuador operan varios fondos de agua y otros mecanismos semejantes, tales como el Fondo para la protección del agua de Quito (FONAG), el Fondo de manejo de páramos Tungurahua, Fondo de protección del agua de Riobamba (FOPAR), el Fondo Ambiental para la Protección del Agua en la cuenca del río Paute (FONAPA), el Fondo regional del agua de Loja, Zamora y El Oro (FORAGUA), el Fondo del agua de Zamora (PROCUENCAS), el Fondo agua del río Ayampe, el Fondo de conservación de la cuenca del río Portoviejo, entre los principales. Ecuador tiene el reto de transversalizar el cambio climático y lograr una institucionalidad que permita abordar la acción frente al mismo de forma integral, vinculando a los sectores productivos, a las autoridades territoriales y a las comunidades locales para afrontar sus efectos y aprovechar las oportunidades derivadas del mismo.

La tecnificación de la producción debe apoyar el cambio de matriz productiva con menores emisiones de GEI y mejore la línea de base del sector frente a impactos climáticos. Asimismo, el sector agropecuario enfrenta el reto de limitar la extensión de la frontera agrícola para reducir los cambios de uso en el suelo y preservar la superficie natural, que tiene un importante potencial como sumidero de carbono, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático. La información climática e hidrológica a nivel regional que permita conocer con mayor precisión las afecciones futuras como base para definir acciones que reduzcan la vulnerabilidad del sector a los efectos del cambio climático.

B. Describa otras actividades que contribuyen al logro de ésta la Meta de Aichi
El Plan de Acción REDD+ es una política enmarcada en la Estrategia Nacional de Cambio Climático; este plan conjuga líneas estratégicas que promueven acciones de mitigación del cambio climático y que apuntan a la convergencia de las agendas ambientales y de desarrollo del país, con un enfoque territorial. El PA REDD+ está integrado por cuatro componentes estratégicos y cinco componentes operativos. El componente estratégico 4 nos habla sobre la conservación y restauración con el objetivo de aumentar las reservas de carbono en el marco de metas del Plan del Buen Vivir y los programas nacionales específicos, mediante medidas que contempla:
-La conservación de la biodiversidad y protección de servicios ambientales.
-La restauración y reforestación (Publicado el 17 de abril del 2017).
http://reddecuador.com/plan-de-accion-redd/