13: Diversidad genética mantenida
Para 2020, se habrá mantenido la diversidad genética de las especies vegetales cultivadas y de los animales de granja y domesticados y de las especies silvestres emparentadas, incluidas otras especies de valor socioeconómico y cultural, y se habrán desarrollado y puesto en práctica estrategias para reducir al mínimo la erosión genética y para salvaguardar su diversidad genética. |
A. Descripción de como el Ecuador ha contribuido al logro de esta Meta de Aichi |
La mega diversidad que ostenta Ecuador en términos de diversidad incluye también una importante agro-biodiversidad, que se encuentran cultivándose o recolectándose por agricultores familiares campesinos. Ecuador, junto con Perú y Bolivia, constituye uno de los ocho centros mundiales de origen de las plantas cultivadas. Desde hace siglos en los ecosistemas humanizados de estos centros de origen, están domesticando especies, y los conocimientos relacionados con su manejo ha sido parte de la cultura de sus pueblos.
A lo largo del Ecuador en forma de agro ecosistemas, existe una importante diversidad de especies y diversidad genética (variedades y razas) dentro de los sistemas de producción y que son claves para la soberanía alimentaria del país. Sin embargo, esta biodiversidad para la alimentación y la agricultura, también tiene problemas de conservación, porque se está dejando de cultivar, por desconocimiento de sus beneficios (nutricionales, culturales, entre otros) o por sustitución con variedades mejoradas. Lastimosamente la agro biodiversidad está relacionada intrínsecamente al conocimiento ancestral relacionado con la especie: la conservación de semillas, manejo del cultivo y consumo; y el debilitamiento de uno de ellos, pone en vulnerabilidad a los recursos genéticos. El mercado desde hace varios años influencia el consumo de alimentos alrededor del mundo, y por ende está afectando a los procesos de conservación de la agrobiodivesidad, ya que, si no hay mercado, las variedades dejan de ser sembradas por los agricultores familiares campesinos, que abandonan el cultivo de las variedades nativas en sus predios, y las sustituyen por otras que tengan mayores posibilidades de comercialización. La consecuencia de este fenómeno es que la gran mayoría de los recursos genéticos, en especial nativos, está siendo desplazada o eliminada de las unidades de producción. En el país ya existen reportes de variedades de papas nativas, extintas en las chakras de las y los agricultores y que solo se las encuentra en el banco de germoplasma. En realidad, no existen incentivos para conservar en las unidades productivas la variabilidad de recursos genéticos, si estos productos no llegan a tener mayor demanda en el mercado. Aunque existe una gran cantidad de recursos vegetales, animales y acuícolas disponibles durante casi todo el año, la población ecuatoriana, especialmente la urbana, demanda para su alimentación básica un grupo reducido de alimentos y solos busca variedades por temporada o para recetas especiales. El País además requiere mayores esfuerzos para aprovechar la aptitud natural de uso de los suelos en la planificación territorial, dejando de urbanizar zonas aptas para la agricultura y no permitiendo la trasformación de vegetación natural a zonas agrícolas. A esto se suma que, históricamente se ha dado libertad para que los dueños de predio decidan qué y cómo cultivar; en este contexto, las decisiones del agricultor han sido motivadas por factores: políticos, sociales, económicos, oportunidades de mercado, etc., pero no por la aptitud ambiental de uso del suelo. En este escenario, las Unidades de Producción Agropecuaria (UPA) lideradas por los agricultores familiares campesinos, en ocasiones non son funcionales y son vulnerables al cambio climático, mercado, migración, gestión de la propiedad de la tierra, urbanización, entre otros. Esto ocasiona que en las tierras se deje de sembrar, se torneen estériles o que la producción no sea rentable. El uso no adecuado del suelo en estas dos escalas mencionadas, también contribuye a que la agro biodiversidad se erosione. En el Ecuador la conservación de la agro biodiversidad se la realiza In Situ y Ex Situ, para prevenir la erosión genética y perdida de la agro biodiversidad. En cuanto a conservación Ex Situ, el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) durante más de 30 años, ha trabajado en la consolidado el Banco Nacional de Germoplasma, en las cuales se ha podido conservar el material de genético de especies cultivadas y sus parientes silvestres, con alrededor de 29.000 colectas, de las cuales 18.885 están en la base central del Banco y el resto está en las estaciones experimentales. Además, de iniciativas en universidades a lo largo del país, en las que se estarían conservando unas 6.719 colectas. Este material sirve para mantener el germoplasma de las especies y variedades nativas del Ecuador, que de ser el caso, pueden multiplicarse para usarse nuevamente, o de ellas pueden obtenerse genes para hacer variedades más resistentes. Como complemento a esto, el INIAP con otros actores locales como universidades y gobiernos intermedios, ha desarrollado los Centros de Bioconocimiento y Desarrollo Agrario (CBDA). Estos espacios permiten la conservación de la agro biodiversidad, a través de: la restitución de material vegetativo, obtención de semillas, investigación participativa, capacitación, validación y transferencia de tecnologías, entre otros. Los CBDA buscan consolidar las relaciones entre la naturaleza, la cultura y las identidades tanto individuales como colectivas; en estos espacios se manejan y cultivan las especies y variedades locales de interés para la agricultura y la alimentación, las mismas que se las entrega a los agricultores familiares campesinos locales, que tienen interés en cultivarlas como parte de su soberanía alimentaria. En relación a la conservación In Situ, existen varias iniciativas para conservación de la agro biodiversidad lideradas por ONG y organizaciones campesinas. Donde se promueve el intercambio de semillas, ferias de semillas, la formación de guardianes locales (agricultores conservacionistas), la recuperación de prácticas ancestrales de manejo y la conservación de patrimonio alimentario entre otras actividades. Una de las iniciativas más importantes en el país fue el proyecto Agrobiodiversidad, que financio el GEF y ejecutó la FAO, el INIAP y la Fundación Heifer en coordinación con la cartera de Agricultura, gobiernos locales, universidades y organizaciones campesinas. Este proyecto apoyó la conservación de aproximadamente 90 variedades nativas con la participación de más de 4.000 familias de agricultores campesinos. En Ecuador la conservación In Situ ha estado relacionada con el movimiento de agricultura alternativa liderado por ONG y organizaciones campesinas. En donde se busca la transición a sistemas de manejo agrícola más sostenibles, basados en principios de: agricultura orgánica, agroecología, permacultura entre otros. Estas iniciativas han formado escuelas agroecológicas, redes y circuitos de comercialización alternativos (ferias y canastas), logrando cada año más productores y consumidores interesados en el proceso. En el año 2017, la Asamblea aprobó la Ley de Agrobiodiversidad, Semillas y Fomento de la Agricultura Sustentable, luego de una consulta pre-legislativa que involucró la participación de 812 organizaciones y cerca de 5.000 personas. La normativa tiene como objetivo contribuir a la soberanía alimentaria, fortalecer la agro biodiversidad, conservación y producción de semillas, bancos de germoplasma, así como el apoyo a pequeños y medianos productores. Esta ley reconoce los Derechos del Agricultor acordados en el TIRFFA, y permite el intercambio de las semillas campesinas tradicionales, reconoce áreas para conservación de la agro biodiversidad, y separa jurídicamente las variedades campesinas tradicionales, de las semillas de variedades comerciales certificadas que requieren una normativa específica para su producción y comercialización. Esta ley esta con demandas de inconstitucionalidad por haber permitido el ingreso de transgénicos para la investigación. Las áreas de conservación de agro biodiversidad planteadas en la mencionada ley, son una estrategia en proceso de construcción en el Ecuador, que aún requiere reglamentación para su ejecución. En un estudio realizado por el INIAP en el 2018, se priorizan áreas en donde las características ambientales, permiten el mejor desarrollo y conservación de las variedades nativas. Con esta información los actores nacionales y locales, tienen la posibilidad de desarrollar acciones para fomentar la conservación de la agro biodiversidad, como es el caso del catón Cotacachi, en donde a través de la Unión de Organizaciones Campesinas (UNORCAC) se impulsa acciones para el fomento a la producción, intercambio y protección de variedades nativas y sus saberes ancestrales; incluso están desarrollando normativa local para declararse como catón agro biodiverso. Por otro lado, también sobresale en la región andina iniciativas para la conservación de los páramos y mejorar los ingresos y condiciones de vida de la gente. Iniciativa de producción de alpacas buscan, a través del mejoramiento genético, la transformación y comercialización de sus sub-productos (fibra). También se ha realizado, hasta la fecha, dos “chacus de vicuñas” en la Reserva de Producción de Fauna Chimborazo, para que los beneficiarios, adquieran experiencia en la esquila y el manejo de la fibra; complementario a esto se realiza cuidado del páramo comunal y de las vertientes de agua. |
B. Describa otras actividades que contribuyen al logro de ésta la Meta de Aichi |
A través del proyecto Agrobiodiversidad (GEF – FAO- MAGAP- HEIFER) para la Incorporación del uso y conservación de la agro biodiversidad en las políticas públicas, se contribuyó al manejo sostenible y a la resiliencia de los agro ecosistemas de los Andes. Entre los principales resultados se destacan los siguientes:
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