Investigación reporta 208.570 registros de atropellos de vertebrados terrestres en 54 países
Los atropellos son ampliamente reconocidos como uno de los principales efectos negativos de las carreteras sobre muchas especies de fauna silvestre, ya que se estima que anualmente mueren en las carreteras de Estados Unidos 340 millones de aves, 29 millones de mamíferos en Europa, y 17 millones de aves y mamíferos en Latinoamérica.
En este sentido, un estudio desarrollado por investigadores de varias instituciones nacionales y extranjeras, entre ellas el Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), presenta una colección de datos para 208.570 registros de atropellos de vertebrados terrestres en 54 países, en el que se incluyen 2.283 especies y subespecies.
Este conjunto de datos, recopilados entre 1971 y 2024, sirve para minimizar la recopilación de datos redundantes y actúa como un recurso valioso para el análisis a escala local y macroeconómica de las tasas de atropellos, las características de las carreteras y el paisaje asociadas con el riesgo de atropellos, la vulnerabilidad de las especies al tráfico rodado y las poblaciones en riesgo de extinción local.
De acuerdo a los investigadores, los atropellos pueden aumentar el riesgo de extinción local al reducir el tamaño efectivo de la población y la diversidad genética, a la vez que limitan los mecanismos de rescate demográfico y genético. Dichos efectos tienen el potencial de alterar la distribución de las especies, la dinámica poblacional espacial y la estructura genética, comprometiendo así los esfuerzos de conservación a largo plazo.
Si bien el número de animales atropellados es alto, las poblaciones podrían persistir en el futuro si son comunes y abundantes. Por el contrario, las especies ya amenazadas por otros factores, con tasas de reproducción lentas, podrían tener dificultades para recuperarse de la pérdida de individuos, incluso cuando las tasas de animales atropellados son bajas, lo que aumenta el riesgo de extinciones locales.
Varios estudios que evaluaron los impactos actuales y futuros sobre las poblaciones de mamíferos destacaron que las poblaciones de lobo de crin (Chrysocyon brachyurus), tigre (Panthera tigris), leopardo (Panthera pardus) y hiena parda (Hyaena brunnea) están particularmente expuestas al tráfico rodado, con el consiguiente aumento del riesgo de extinción.
Asimismo, esta problemática también tiene impactos socioeconómicos cuando resultan en accidentes, por ejemplo, en Estados Unidos se ha estimado que las colisiones causan más de 200 muertes humanas y 29.000 lesiones al año, con costos asociados que oscilan entre 6.000 y 12.000 millones de dólares. De manera similar, en Europa, las colisiones con venados y alces resultaron en aproximadamente 300 muertes humanas y 30.000 lesiones al año, con costos asociados que superan los mil millones de dólares.
Durante las próximas décadas, las iniciativas “Belt and Road” y “Global Gateway” representan estrategias destinadas a invertir en proyectos de infraestructura de transporte y energía a nivel mundial, lo que implica la expansión de millones de kilómetros de la red vial. Estas iniciativas buscan satisfacer las necesidades globales de desarrollo de infraestructura, principalmente en países con economías emergentes con áreas bien conservadas, que amenazan a más de 250 especies de interés para la conservación.
Finalmente, la investigación, en la que participaron instituciones como la Universidade do Porto, Universidade de Lisboa, University of North Carolina at Charlotte, Red Ecuatoriana para el Monitoreo de Fauna Atropellada-REMFA, The University of Melbourne, entre otras, detalla que más del 46% de los registros se obtuvieron de censos sistemáticos, con una longitud de carretera y un período de censo promedio, respectivamente, de 66 km y 780 días.
Los datos provienen principalmente de Europa (60% de los registros), Sudamérica (22%) y Norteamérica (12%). Por el contrario, hay una notable ausencia de registros de Asia (5%), Oceanía (1%) y África (0,3%). Este conjunto de datos representa el 36% de los contactos iniciales que proporcionaron registros georreferenciados, que podrían no corresponder necesariamente a ubicaciones con carreteras de alto impacto.
El estudio completo lo encuentra aquí: https://www.nature.com/articles/s41597-024-04207-x
El INABIO es una institución que busca generar conocimiento y desarrollar ciencia, tecnología e innovación que requiere el Estado ecuatoriano para garantizar la conservación de su patrimonio natural mediante el uso soberano, estratégico y sustentable de la biodiversidad y sus componentes. De manera sinérgica, el fortalecimiento de programas y proyectos de investigación, junto a instituciones académicas nacionales e internacionales, permiten alcanzar objetivos estratégicos detallados en la Agenda Nacional de Biodiversidad de Ecuador.
Unidad de Comunicación Social
Instituto Nacional de Biodiversidad, entidad adscrita al Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica