Se identificaron las principales plantas no nativas que invaden los ecosistemas andinos
La cordillera de los Andes en América del Sur tiene un alto nivel de endemismo y es una fuente importante de servicios ecosistémicos, sin embargo se encuentra cada vez más amenazada por perturbaciones antropogénicas que han permitido el establecimiento de plantas no nativas, principalmente en las zonas de menor elevación.
Históricamente, los Andes se han dividido en tres zonas biogeográficas. En primer lugar, el páramo, que va desde Venezuela hasta la región norte del Perú, y se encuentra en latitudes tropicales. En segundo lugar, la Puna, que se extiende desde la región norte del Perú hasta la parte norte de Chile, abarcando latitudes tropicales a templadas medias. Finalmente, la estepa andina sur, ubicada en latitudes templadas desde el norte de Chile hasta la Patagonia.
En este sentido, investigadores de la Universidad de Concepción, Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), Universidad Adventista de Chile, University of Antwerp, Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), Universidad de Chile, Universidad Espíritu Santo, Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), Universidad Nacional de Córdoba, Lincoln University, Universidad Nacional del Comahue, Universidad de Magallanes y University of Tennessee identificaron las principales plantas no nativas que invaden los ecosistemas andinos, y evaluaron sus familias taxonómicas, formas de crecimiento y patrones de distribución.
La investigación determinó que los páramos albergan 42 plantas no nativas, de las cuales el 29% son de la familia Poaceae, el 12% de la familia Asteraceae y el 59% restante de otras 16 familias. En la puna se registraron un total de 60 plantas alóctonas, el 25% de la familia Poaceae, 18% de la familia Fabaceae y 8% de la familia Rosaceae; el 49% restante vino de 22 familias. Finalmente, para la estepa sur andina se registraron 99 plantas no nativas, de las cuales el 21 % son de la familia Asteraceae, el 19 % de la familia Poaceae, el 11 % de la familia Fabaceae, y el 49 % restante de 22 familias.
Sólo cuatro de las plantas no nativas estaban presentes en las tres zonas biogeográficas: Dactylis glomerata (Poaceae), Plantago lanceolata (Plantaginaceae), Taraxacum officinale (Asteraceae) y Rumex acetosella (Polygonaceae). Veinte especies estaban presentes en al menos dos de las zonas biogeográficas, de las cuales el 35% pertenecía a la familia Poaceae y el 15% eran de la familia Fabaceae, y el 75% son de origen europeo.
Asimismo, la investigación señala que en el páramo, el 62% de las especies tienen forma herbácea, el 28% son graminoides y 4% son arbustos. En la puna el 41% son herbáceas, el 25% son gramíneas, el 18% son árboles y el 15% son arbustos. Finalmente, para la estepa andina sur, el 68% son herbáceas, el 19% son gramíneas, el 7% son arbustos y el 6% son árboles.
Las invasiones biológicas son uno de los principales factores que contribuyen a la pérdida de biodiversidad en todo el mundo, afectando ecosistemas en todos los biomas. Aunque las invasiones de plantas se concentran actualmente en gran medida en las tierras bajas, el cambio climático y las actividades humanas están canalizando cada vez más especies hacia elevaciones más altas.
Los Andes son la principal cadena montañosa de América del Sur. Tiene una extensión geográfica de más de 8.000 km, comenzando en el norte de Venezuela y extendiéndose hacia el sur de Chile y Argentina. Comprende alrededor del 13% de las zonas montañosas del mundo con una superficie total de 3.000.000 km², con su pico más alto alcanzando los 6.962 m.s.n.m. Alberga ecosistemas con una alta biodiversidad tanto de flora como de fauna debido a la compresión de las zonas climáticas por gradientes altitudinales y latitudinales.
También tiene un alto nivel de endemismo como resultado de la especiación y migración que ocurrió durante el último período glacial. De hecho, con el 6,7% de la diversidad vegetal mundial y el 23% de las especies consideradas endémica, la Cordillera de los Andes es uno de los principales focos de biodiversidad en todo el mundo. Sin embargo, estos ecosistemas vulnerables han experimentado un aumento en las invasiones de plantas, con más de 100 especies de plantas no nativas reportadas recientemente en los ecosistemas de montaña en la estepa de los Andes del Sur.
El estudio fue desarrollado por los siguientes investigadores; Eduardo Fuentes-Lillo, Jonas J. Lembrechts, Agustina Barros, Valeria Aschero, Ramiro O. Bustamante, Lohengrin A. Cavieres, Jan Clavel, Ileana Herrera (Asociada al INABIO), Alejandra Jiménez, Paula Tecco, Philip E. Hulme, Martín A. Núñez, Ricardo Rozzi, Rafael A. García, Daniel Simberloff, Ivan Nijs y Aníbal Pauchard.
El artículo está publicado en la revista científica Biodiversity and Conservation: https://link.springer.com/article/10.1007/s10531-023-02697-6
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