Al menos 727 especies únicas de hongos existen dentro de la Reserva Los Cedros en Ecuador
Al menos 727 especies únicas de hongos existen dentro de la Reserva Los Cedros, las mismas están representadas por 4 filos, 17 clases, 40 órdenes, 101 familias y 229 géneros, de acuerdo a un estudio desarrollado por investigadores del Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), Departamento de Investigación de Mycomaker, Departamento de Investigación de Reino Fungi, Universidad San Francisco de Quito, California State University, University of Utha y University of Oregon.
Los Cedros es una reserva de bosque nublado primario de 5256 ha y se encuentra entre las ultimas cuencas hidrográficas no explotadas en la vertiente occidental de los Andes ecuatorianos, y en la que nunca antes se ha realizado un estudio de diversidad micológica, lo que significa una oportunidad para documentar hongos en distintos sustratos en el bosque primario y en su hábitat natural.
Este estudio, desarrollado por R. Vandegrift, D. S. Newman (Investigadores asociados INABIO), B. T. M. Dentinger, R. Batallas‑Molina, N. Dueñas, J. Flores, P. Goyes, T. S. Jenkinson, J. McAlpine, D. Navas (Investigador asociado INABIO), T. Policha, D. C. Thomas y B. A. Roy, recopila información entre el 2008 y 2019 de muestreo de material en todos los sustratos, reportando 1760 colecciones catalogadas y depositadas en el Fungario del Herbario QCNE de Ecuador (INABIO), en su mayoría Agaricales sensu lato y Xylariales.
Entre los especímenes colectados se encuentran cuatro especies para ser evaluadas en la UICN Global Fungal Red List Initiative: Lamelloporus americanus, Thamnomyces chocoensis, Hygrocybe aphylla y Lactocollybia aurantiaca; además se documenta la diversidad mediante secuenciación de códigos de barras ITS, fotografía digital y se resalta la importancia de vincular “parataxónomos” que apoyan las actividades de investigación.
A nivel mundial muchos taxones fúngicos no descritos residen en los trópicos híper diversos aunque continúan submuestreados. Estas especies están cada vez más amenazadas por la destrucción del hábitat debido a la expansión de la industria extractivista además del cambio climático global y otras amenazas.
Las estimaciones globales de la diversidad de hongos oscilaron entre 500 000 y 10 millones en el transcurso del último siglo; la estimación más reciente redujo ese rango a 2,2–3,8 millones, de los cuales solo 150 000 se han descrito para la ciencia. Con la incertidumbre que rodea el alcance y la extensión precisos de la diversidad fúngica de la Tierra, ha surgido un consenso de que la mayoría de esta diversidad, tanto conocida como desconocida, reside en los trópicos.
Ciertas regiones tropicales han recibido una amplia atención micológica, mientras que otras siguen estando muy poco exploradas y estudiadas. De estos últimos, la cordillera de los Andes se encuentra entre los lugares más diversos y menos micológicamente documentados del planeta. Si bien las localidades que poseen esta combinación de hiperbiodiversidad y subdocumentación ya deberían considerarse prioridades de investigación, los expertos sostienen que un tercer calificador, el estado de conservación, debe tenerse en cuenta de igual manera.
En reconocimiento de estos atributos combinados, se han realizado una serie de estudios de diversidad y ecología a corto y largo plazo dentro del bosque protegido ecuatoriano amenazado, Reserva Los Cedros (RLC), una reserva de bosques en su mayoría primarios, premontanos a bosque montano, húmedo, latifoliado ( es decir , “bosque nuboso”). En este estudio se sintetiza más de una década de trabajo de recolección para brindar la primera gran exploración de un de sus características menos conocidas: su biodiversidad fúngica.
El artículo está publicado en la Revista Botanical Studies: https://as-botanicalstudies.springeropen.com/articles/10.1186/s40529-023-00390-z
El INABIO es una institución que busca generar conocimiento y desarrollar ciencia, tecnología e innovación que requiere el Estado ecuatoriano para garantizar la conservación de su patrimonio natural mediante el uso soberano, estratégico y sustentable de la biodiversidad y sus componentes.