A cinco años del primer Bioblitz en Quito, su importancia sigue en auge
Ya son más de cinco años desde que se desarrolló el primer Bioblitz en la ciudad Quito, específicamente en el Parque Metropolitano Guangüiltagua. En aquella ocasión, un 2 de diciembre de 2017, participaron 15 expertos, 21 estudiantes y 29 ciudadanos, incluidos dos niños menores de 10 años, quienes registraron un total de 69 especies de plantas y animales.
De esas 69 especies, 18 fueron de aves, dos de anfibios, un reptil, 21 invertebrados terrestres, dos macroinvertebrados, un mamífero y 26 especies de plantas. Así se cumplió con el objetivo de revelar la flora y fauna de la capital e involucrar a los ciudadanos en dicha actividad.
Los eventos de ciencia ciudadana, como el primer Bioblitz en Quito, son claves para generar información sobre biodiversidad urbana de una ciudad mientras se involucra a los ciudadanos en experiencias de aprendizaje basadas en el medio ambiente. Permite registrar especies en peligro de extinción, su dinámica y población sin necesidad de financiación costosa o largos períodos de muestreo por parte de expertos.
La información generada durante estos eventos se puede utilizar para mejorar las estrategias de conservación, las decisiones sobre el uso de la tierra y para apoyar el monitoreo y reporte de legislación ambiental, como ha sucedido en muchos lugares de los Estados Unidos y Europa.
Aunque los estudios sobre la biodiversidad urbana en los trópicos han quedado rezagados en comparación con los realizados en ciudades de regiones templadas, lentamente están ganando terreno y convirtiéndose en herramientas importantes para conservación. En América Latina, los valles interandinos han sido históricamente afectados en gran medida por actividades humanas como la agricultura, la ganadería y la urbanización.
En este sentido, las personas pierden el contacto con la naturaleza y esta, a su vez, genera una falta de conocimiento y valoración de la biodiversidad. Por esta razón, recobra importancia la actividad ciudadana desarrollada en la capital, y entender que pese al reducido espacio físico y de tiempo se pudo registrar aves muy comunes como: el gorrión Zonotrichia capensis, el mirlo Turdus fuscater, la tórtola Zenaida auriculata, y especies de anfibios como: Pristimantis unistrigatus, muy común en Quito, y Gastrotheca riobambae, una rana marsupial que es endémica de los valles y bosques interandinos de Ecuador
Asimismo, para reptiles, se registró un solo individuo de Stenocercus guentheri, una especie de lagartija que vive en los Andes del sur de Colombia y el norte de Ecuador. Se lo puede encontrar en jardines, plantaciones y pastos. Para los mamíferos, tres individuos de Akodon mollis fueron capturados con trampas Sherman. Esta especie es un roedor nocturno y puede ser localizado en áreas por encima de los 2000 m en los Andes de Ecuador y el norte de Perú.
Es importante que estas iniciativas y sus resultados sean difundidos en medios ambientales, campañas de educación en escuelas, colegios y población en general. En el caso de Quito, estos esfuerzos deben continuar en otras áreas y parques de la ciudad en colaboración con el gobierno local para seguir desarrollando la conciencia ambiental en nuestros ciudadanos, tomando en cuenta que está disponible la plataforma iNaturalistEC, una red social online de naturalistas, científicos y ciudadanos en general basada en el concepto de mapeo e intercambio de observaciones de biodiversidad a través del mundo.
La identificación de las especies fue realizada por investigadores de la Universidad Indoamérica, Zoológico de Quito, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Aves Quito, Escuela Politécnica Nacional, Universidad Central del Ecuador, Universidad San Francisco de Quito, Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), Fundación Charles Darwin y Universidad de las Américas, Quito.
El estudio está publicado en la Revista IOP Science: https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1755-1315/1141/1/012004
El INABIO es una institución que busca generar conocimiento y desarrollar ciencia, tecnología e innovación que requiere el Estado ecuatoriano para garantizar la conservación de su patrimonio natural mediante el uso soberano, estratégico y sustentable de la biodiversidad y sus componentes. De manera sinérgica, el fortalecimiento de programas y proyectos de investigación, junto a instituciones académicas nacionales e internacionales, permiten alcanzar objetivos estratégicos detallados en la Agenda Nacional de Biodiversidad de Ecuador.
Instituto Nacional de Biodiversidad
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