Investigación registra 329 aves atropelladas en un año en carreteras de las provincias de Guayas y Santa Elena
Un estudio desarrollado por Michael D. Larreátegui-Palma y Jaime A. Salas, investigadores de la Universidad de Guayaquil e Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), evaluó mediante 43 muestreos la mortalidad de la avifauna en carreteras que unen varios centros poblados de las provincias de Guayas y Santa Elena.
Durante este trabajo de campo, que se desarrolló entre julio del 2021 hasta junio del 2022, se registraron 329 individuos muertos, distribuidos en 43 especies, siendo las más frecuentes Crotophaga sulcirostris, Tyto alba y Asio clamator.
Los investigadores determinaron 13 puntos de alta incidencia de atropellamientos, en los que se recomienda la implementación de acciones de mitigación, así como monitoreos, procesos de educación y sensibilización ambiental a las comunidades y usuarios de las vías.
El estudio fue realizado en las carreteras Vía a la Costa E40 y Vía Colectora Posorja E489, entre los centros poblados de Guayaquil, General Villamil, Posorja, El Morro (en la provincia del Guayas), y Chanduy (en la provincia de Santa Elena), en el Occidente de Ecuador.
El área de estudio fue organizada en 4 secciones o tramos, en función a su cercanía a centros poblados grandes, y hasta donde se conoce, este trabajo es el primer esfuerzo que evalúa la mortalidad de la ornitofauna causada por carreteras entre dos provincias de la costa ecuatoriana, mediante monitoreos sistemáticos y continuos.
Los resultados de la investigación aportan nuevos registros de especies de aves atropelladas en Ecuador, como Volatinia jacarina, Coccyzus lansbergi, Ixobrychus exilis, Quiscalus mexicanus, Gampsonix swainsonii, Gallinula chloropus, Mo-motus subrufescens, Nyctannassa violacea, Nictibius griseus, Pseuticus chrysogaster, Sporophila peruviana, Phaetheon aethereus, Phalacrocorax brasilianus, Porphyrio martinica, Sicalis flaveola.
Adicionalmente, se registró cuatro especies endémicas de la Región Tumbesina: Columbina buckleyi, Cyanocorax mystacalis, Forpus coelestis, e Icterus graceannae (BirdLife International 2024); entre estas, C. mystacalis que está en categoría Vulnerable bajo los criterios de disminución poblacional, de acuerdo con la lista roja de aves de Ecuador.
Es evidente que las carreteras actúan como una barrera antropogénica que afecta negativamente a las poblaciones de aves. Por tanto, se recomienda continuar evaluando su influencia en la conservación de las aves en la región costera ecuatoriana a mediano y largo plazo, con monitoreos a pie o en bicicletas, lo que permitiría estimar posibles reducciones poblacionales que pondrían en riesgo a las especies que más frecuentemente son víctimas en las carreteras, así como reducir el subregistro de especies, y analizar posibles fluctuaciones estacionales.
También es necesario evaluar otras posibles causas que influyan en estas mortalidades, como la estacionalidad climática y la intensidad del tráfico vehicular. Una forma de realizar estos monitoreos de forma sostenible en el tiempo es a través de ciencia ciudadana usando pla-taformas como iNaturalist, y para validar las identificaciones taxonómicas el soporte de aplicaciones de telefonía móvil como eBird, lo que ayudaría a visibilizar esta problemática y fomen-taría la participación e inclusión de la sociedad.
El estudio completo lo encuentra aquí: https://elhornero.avesargentinas.org.ar/home/article/view/1508
El INABIO es una institución que busca generar conocimiento y desarrollar ciencia, tecnología e innovación que requiere el Estado ecuatoriano para garantizar la conservación de su patrimonio natural mediante el uso soberano, estratégico y sustentable de la biodiversidad y sus componentes. De manera sinérgica, el fortalecimiento de programas y proyectos de investigación, junto a instituciones académicas nacionales e internacionales, permiten alcanzar objetivos estratégicos detallados en la Agenda Nacional de Biodiversidad de Ecuador.
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