Investigación identifica áreas de importancia para la conservación de micromamíferos no voladores en el Altiplano-Puna basándose en patrones de endemismo y diversidad filogenética
Investigadores de Texas Tech University, Universidad Mayor de San Andrés, e Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO) analizaron los patrones de endemismo y diversidad filogenética en micromamíferos no voladores para identificar áreas de importancia para la conservación y relacionarlas con factores ambientales que promueven la diversidad y el endemismo en el Altiplano-Puna de los Andes centrales de Sudamérica.
Para lograr este objetivo, los investigadores Susana G. Revollo-Cadima y Jorge Salazar-Bravo (Asociado al INABIO), reunieron datos espacialmente explícitos de distribución de especies y una fuerte hipótesis de relaciones filogenéticas para (1) evaluar áreas y condiciones ambientales asociadas con alta riqueza de especies y diversidad filogenética, y (2) comparar estos patrones con mapas actuales de unidades de conservación en el Altiplano-Puna.
Se generaron 4.234 puntos de datos georreferenciados para las 59 especies y se identificaron tres áreas con grandes vacíos de información en la Biorregión Altiplano-Puna: dos de ellas están en la ecorregión Puna Seca Andina Central, cerca de los Salares de Argentina – Chile, y alrededor de los Salares de Bolivia; la tercera está en la ecorregión Puna Andina Central en el Departamento de Apurímac, Perú.
En el caso de la Biorregión del Altiplano-Puna, los resultados indican que las unidades de conservación actuales no cubren las áreas relevantes para la conservación de los pequeños mamíferos no voladores. A pesar de la importancia ecológica de estos organismos ya que desempeñan papeles clave como bioindicadores de la salud ambiental y, por lo tanto, deberían ser parte integral de las agendas de conservación.
En los últimos años, los ecosistemas naturales han experimentado cambios de magnitud significativa provocados por el hombre en un período de tiempo sin precedentes. También se sabe que la continua degradación del hábitat conduce a altas tasas de pérdida de especies, lo que a su vez puede provocar la pérdida de funcionalidad del ecosistema.
Además, si se pretende proteger una gran parte del planeta para 2030, por ejemplo, es esencial identificar nuevas áreas que se deban proteger y/o gestionar y fortalecer. Existen varias formas de identificar áreas para la conservación de la biodiversidad, incluido el uso de patrones de diversidad taxonómica y filogenética.
Lamentablemente, la región del Altiplano-Puna está sufriendo un aluvión multifacético de presiones inducidas por el hombre, desde la expansión de la frontera agrícola hasta el aumento de la desertificación debido al cambio climático y el calentamiento global. El cambio climático es el principal factor que provoca grandes cambios en las funciones del paisaje, y sus efectos son evidentes en la región.
Estos cambios ambientales provocan variaciones en la distribución, interacciones, fenología y fisiología de las especies vegetales y animales presentes en el paisaje, con implicaciones para la estructura y composición de las comunidades.
En la región, los roedores representan un grupo importante de mamíferos que podrían utilizarse para identificar áreas potenciales de conservación en la región. Su amplia distribución, diversidad, endemismo, larga historia de diversificación en los Andes e importancia funcional hacen de este grupo un componente crítico de la biodiversidad de la región y un excelente indicador biogeográfico.
La investigación está disponible en la Revista ELSEVIER: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0140196324001101?via%3Dihub
El INABIO es una institución que busca generar conocimiento y desarrollar ciencia, tecnología e innovación que requiere el Estado ecuatoriano para garantizar la conservación de su patrimonio natural mediante el uso soberano, estratégico y sustentable de la biodiversidad y sus componentes. De maneras sinérgica, el fortalecimiento de programas y proyectos de investigación, junto a instituciones académicas nacionales e internacionales, permiten alcanzar objetivos estratégicos detallados en la Agenda Nacional de Biodiversidad de Ecuador.
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