Epónimos, herramientas importantes para los biólogos en el sur Global
Investigadores de reconocido prestigio internacional hacen un llamado a la importancia de que los epónimos (nombres científicos dedicados en reconocimientos a personas) constituyen herramientas importantes, especialmente, para los biólogos en el Sur Global.
A pesar de su larga tradición en la biología, los epónimos parecen no tener lugar en el mundo moderno, según una reciente publicación realizada en la revista Nature Ecology and Evolution (“Eponyms have no place in 21st-century biological nomenclature”). Esta propuesta sugiere borrar los epónimos asignados a las especies en el pasado y que los científicos dejen de bautizar a las especies con nombres en reconocimiento a personas. Esta propuesta perjudicaría a la ciencia y desproporcionadamente a la ciencia en el Sur Global, la región que se supone, es la principal beneficiaria de su propuesta.
Reconocer, nombrar especies dedicadas a personas, siempre ha sido una herramienta poderosa que los biólogos han usado para agradecer a sus mecenas, reconocer a sus asistentes de campo y honrar a sus colegas o seres queridos. Este es el mayor honor que un biólogo individual puede otorgar a una persona.
En los últimos años, algunos biólogos también han utilizado el nombramiento de especies para recaudar fondos para la investigación y, especialmente, para la conservación.
Rainforest Trust y Fundación EcoMinga, esta última, organización ecuatoriana no gubernamental que fue beneficiaria de dos subastas de nombres para especies nuevas para la ciencia. Con estos fondos la Fundación fue capaz de pagar las tarifas de publicación de la revista para que los artículos resultantes sean de acceso abierto, así como pagar parte de la logística de las investigaciones. Lo más importante, parte de los fondos sirvieron para ayudar a conservar directamente muchos cientos de hectáreas de los hábitats de estas mismas especies.
En muchos países megadiversos del trópico, fondos para estos fines son escasos o inexistentes.
Aunque la mayoría de los epónimos asignados han honrado históricamente a los europeos, el ritmo del descubrimiento de especies en los países tropicales es actualmente alto y en las últimas décadas los taxónomos locales (al menos en América Latina) están superando a los europeos científicos en hacer estos descubrimientos.
El poder de otorgar epónimos se ha desplazado a estos científicos locales en los países tropicales donde viven la mayoría de las especies desconocidas. Por ejemplo, en la provincia de Tungurahua, donde Fundación EcoMinga comenzó su trabajo de conservación, las 15 nuevas especies de ranas descubiertas allí en los últimos 15 años, fueron descritas en publicaciones lideradas por autores ecuatorianos, y en muchos casos todos los otros coautores también fueron ecuatorianos. Once de esas descripciones de especies usaron epónimos.
Usando epónimos, los científicos locales ahora pueden financiar su trabajo, honrar a los científicos locales, reconocer líderes indígenas y formuladores de políticas, y ayudar a salvar de la extinción a sus organismos de estudio.
Es lamentable y discriminatorio que algunos miembros de la comunidad científica quieran eliminar esta herramienta, justo en este momento en el que los biólogos no europeos se están volviendo sus principales beneficiarios.
El llamado de esta comunidad científica integrada por investigadores de Fundación EcoMinga, Population Biology Foundation, INABIO, USFQ, PUCE, BIOMAS, UDLA, Grupo Científico Calaway Dodson, The Youth Land Trust, Universidad Técnica de Cotopaxi, Smithsonian Institution, Missouri Botanical Garden, Ikiam, Philipps University Marburg, University of West Indies, Universidad de Costa Rica, Universidad de Guadalajara, Universidad Nacional Autónoma de México, Harvard University Herbaria, Instituto Politécnico Nacional Oaxaca, Centro de Investigación Científica de Yucatán, Universidad Nacional de Río Cuarto Argentina, a través de su nota publicada en la Revista Nature Ecology and Evolution, insta a que en lugar de eliminar los epónimos, provocando el caos en la nomenclatura existente y borrando la rica y enrevesada historia personal de la biología, se debería abrazarlos con entusiasmo y utilizarlos para generar y registrar los próximos y más diversos capítulos de esa historia.
Más información en el siguiente link: https://www.nature.com/articles/s41559-023-02102-z