Un estudio desarrollado por investigadores de varias instituciones nacionales y extranjeras proporciona nueva revisión e información de las 60 ranas de cristal del Ecuador
El trabajo conjunto entre investigadores de la Universidad San Francisco de Quito USFQ, King’s College-London, Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), National Museum of Natural History, Universidad Tecnológica Indoamérica, University of Kansas, y Louisiana State University, permitió la publicación de la monografía “Glassfrogs of Ecuador: Diversity, Evolution, and Conservation”, que proporciona nueva información sobre la evolución, la morfología, la biología, la conservación y la distribución de las 60 especies de ranas de cristal ecuatorianas existentes.
La publicación, desarrollada por Juan M. Guayasamin, Diego F. Cisneros-Heredia (investigador de USFQ y asociado al INABIO), Roy W. McDiarmid, Paula Peña y Carl R. Hutter, señala que las ranas de cristal (familia: Centrolenidae) representan una radiación fantástica de anuros neotropicales que se originaron en América del Sur y se dispersaron en América Central. En este estudio, se destaca, además, los problemas pendientes de resolución y se brinda un marco que facilitará más investigación, particularmente con la identificación, descubrimiento y conservación de especies.
En 1973, John D. Lynch y William E. Duellman, investigadores estadounidenses, proporcionaron la primera revisión de las ranas de cristal de Ecuador, e informaron la presencia de 20 especies y sugirieron la aparición de una adicional. Solo 47 años después, la riqueza de especies de esta familia se ha triplicado, alcanzando la increíble cantidad de 60 especies en Ecuador. Desde el trabajo pionero de Lynch y Duellman, la comprensión de la biología centrolenida, la morfología, la sistemática, la biogeografía y la evolución ha mejorado sustancialmente. Aun así, hay nuevos desafíos y brechas visibles que deben llenarse.
Evaluar el estado de conservación y las necesidades de conservación de las especies de anfibios es extremadamente desafiante. Las amenazas tradicionales; destrucción del hábitat, contaminación del agua, pesticidas, y la aparición de factores novedosos; cambio climático, especies introducidas y enfermedades emergentes, deben combinarse al desarrollar estrategias de conservación.
Con todas estas consideraciones en mente, los investigadores en este trabajo presentan una evaluación de la conservación de cada rana de cristal ecuatoriana, y las especies más amenazadas: Centrolene buckleyi, C. charapita, C. geckoidea, C. medemi, C. pipilata, Cochranella mache, Nymphargus balionotus, N. manduriacu, N. megacheirus y N. sucre.
La amenaza más evidente e inmediata para la conservación de las ranas de cristal es la destrucción del hábitat, que es rampante en la ecorregión del Chocó (provincia de Esmeraldas) y también en las laderas del noroeste de los Andes. El Chocó sufre la tasa de deforestación más alta en Ecuador, lo que afecta a todas las especies que se encuentran allí. Cinco ranas de cristal de Choco (H. fleischmanni, C. geckoidea, T. pulverata, T. spinosa, Cochranella mache) tienen más de la mitad de su distribución potencial afectada por las actividades humanas.
La preservación del hábitat es el mecanismo más efectivo para proteger la diversidad. Sin embargo, primero debemos identificar las áreas que deben priorizarse para tales acciones. Como primer enfoque, está claro que tanto en las escalas sudamericanas como ecuatorianas, las cadenas montañosas albergan la mayor densidad de especies y, también, especies que tienden a tener pequeñas distribuciones. Además, los Andes del Norte son, con mucho, las regiones biogeográficas más importantes en términos de riqueza de especies de rana de cristal. Entonces, cualquier esfuerzo dirigido a la conservación de los bosques andinos beneficiará enormemente a las ranas de cristal.
El INABIO es una institución que busca generar conocimiento y desarrollar ciencia, tecnología e innovación que requiere el Estado ecuatoriano para garantizar la conservación de su patrimonio natural mediante el uso soberano, estratégico y sustentable de la biodiversidad y sus componentes para la consolidación de la sociedad del buen vivir.
El trabajo está publicado en la web de Diversity: