Estudio proporciona información sobre la relación entre la nutrición y la coloración de las plumas de aves
Un estudio desarrollado por Robert Bleiweiss, investigador de Universidad de Wisconsin y asociado al Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), detalla cómo la dieta influye en la coloración de las plumas de aves piciformes y coraciformes, y proporciona información sobre la relación entre la nutrición y la señalización visual de estos animales vertebrados.
Cuando se habla de aves tropicales, es fácil pensar en sus plumajes intensos: rojos vibrantes, naranjas encendidos, amarillos que casi brillan con luz propia, los mismos que provienen de la dieta, específicamente de unos pigmentos naturales llamados carotenoides, que están presentes en frutas, hojas y flores.
Durante mucho tiempo, se pensaba que cuanto más carotenoide comía un ave, más rojo se volvía su plumaje, sin embargo, el estudio desarrollado por Robert Bleiweiss descubrió que no todas las aves siguen esta regla. De hecho, en algunas especies, sucede justo lo contrario: su plumaje se vuelve más azulado (es decir, refleja ondas más cortas de luz) a medida que su dieta se enriquece en carotenoides.
Según la investigación, la explicación a este proceso evolutivo está en los ojos de las aves, específicamente, en su sistema de visión del color. Algunas aves tienen lo que se llama visión ultravioleta (UVS), mientras que otras tienen visión sensible al violeta (VS), y esta diferencia puede parecer sutil, pero afecta la forma en que perciben los colores y en cómo evolucionan sus plumajes.
Las aves UVS, como muchos pájaros cantores, tienden a exhibir plumajes más rojos cuanto más pigmento consumen, y esa es una forma de “mostrar su buena salud” a posibles parejas. Pero Bleiweiss encontró que las aves VS, como los tucanes, pájaros carpinteros y abejarucos, responden de manera diferente: su plumaje tiende a desplazarse hacia longitudes de onda más cortas, lo que significa tonos más amarillos o azulados.
Asimismo, uno de los conceptos clave del estudio es la simetría, y no en el sentido de tener alas iguales, sino una simetría más abstracta: la idea de que ciertos patrones, como los cambios en el color del plumaje, responden de forma “simétrica” a estímulos similares.
En este caso, tanto las aves UVS como las VS parecen tener un mismo mecanismo de respuesta: si comen más carotenoides, su plumaje cambia, pero el resultado visual es opuesto, como si una especie girara la perilla del color hacia el rojo y la otra hacia el azul. Este hallazgo sugiere que hay un principio común, una especie de simetría de procesos, detrás de lo que parecen ser cambios opuestos.
Finalmente, entender estos patrones ayuda a los científicos a responder preguntas más amplias: cómo evolucionan los colores en los animales, qué papel juega la dieta en la señalización visual, y cómo influye la percepción del color en la selección sexual o en la supervivencia. Además, puede tener aplicaciones prácticas, por ejemplo, en programas de conservación o reproducción de especies en cautiverio, comprender cómo se relaciona la dieta con el color puede ayudar a mantener la salud y el comportamiento natural de las aves.
El estudio completo lo encuentra aquí: https://www.mdpi.com/1424-2818/17/6/379
El INABIO es una institución que busca generar conocimiento y desarrollar ciencia, tecnología e innovación que requiere el Estado ecuatoriano para garantizar la conservación de su patrimonio natural mediante el uso soberano, estratégico y sustentable de la biodiversidad y sus componentes. De manera sinérgica, el fortalecimiento de programas y proyectos de investigación, junto a instituciones académicas nacionales e internacionales, permiten alcanzar objetivos estratégicos detallados en la Agenda Nacional de Biodiversidad de Ecuador.
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