Investigación identifica patrones de coloración inusuales en sietes especies de mamíferos en Llanganates-Sangay
Investigadores de la Fundación EcoMinga, Universidad San Francisco de Quito, Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), Fundación Oscar Efrén Reyes, Centro de Investigación em Biodiversidade e Recursos Genéticos y Universidad Regional Amazónica (Ikiam) identificaron patrones de coloración inusuales como melanismo, piebaldismo, xantocromismo y encanecimiento progresivo en sietes especies de mamíferos terrestres en el Corredor de Conectividad Llanganates-Sangay, en los Andes Tropicales de Ecuador.
Los investigadores, Elias Viteri-Basso, Juan Pablo Reyes Puig (investigador asociado al INABIO), Carolina Reyes-Puig (investigadora asociada al INABIO), Gorky Ríos-Alvear, recopilaron un total de 57 registros de coloración inusual que abarcan siete especies diferentes: agutí negro (Dasyprocta fuliginosa), tayra (Eira barbara), oncilla nublada (Leopardus pardinoides), tigrillo (Leopardus wiedii), coatí de nariz marrón (Nasua nasua), coatí andino de occidente (Nasua olivacea) y tamandua sureña (Tamandua tetradactyla).
En este sentido, 51 de ellos fueron registros de felinos melánicos (Leopardus), y uno de tigrillo. La especie con más casos fue la oncilla nebulosa, con un total de 49, con una observación destacada de dos individuos melánicos juntos. La proporción de registros independientes que mostraron coloración inusual fue baja para la mayoría de las especies (5,2% para margay, 4,7% para tamandua meridional, < 2% en las otras especies). Sin embargo, la proporción de registros melánicos para oncilla nebulosa fue la más alta reportada, con 43.5% del total de registros.
La investigación documentó, además, patrones de coloración inusuales en varias especies de mamíferos terrestres que, hasta donde se sabe, no se habían reportado previamente. Por ejemplo, el coatí de nariz marrón suele tener una coloración corporal que va del amarillo pálido a tonos marrones, con patas de color marrón oscuro y anillos oscuros visibles a lo largo de la cola, y en este caso, los especímenes mostraron una notable falta de pigmentación en todo el cuerpo, lo que difiere significativamente de los patrones de coloración típicos reportados para estas especies.
Asimismo, se registraron tres especies con piebaldismo, un coatí andino de occidente con una marca piebaldística en la cara frontal, un individuo agutí negro que exhibe una marca bien definida en el dorso, y una tayra con una marca piebaldística alargada en el hombro. Mientras que se registró un ejemplar de tamandua del sur que carecía de la forma de chaleco oscuro y que presentaba una coloración amarillenta en la parte posterior de la cabeza y el dorso que es diferente de la coloración típica.
La captura con cámaras trampas es una técnica eficaz y no invasiva para el seguimiento de la fauna silvestre. Permite conocer el comportamiento de las especies, su distribución espacial, su incidencia, la depredación y otras características ecológicas que son difíciles de observar directamente.
Las cámaras trampa permiten recolectar información sobre especies esquivas, que comúnmente se presentan en bajas densidades y cuyos registros en museos son escasos, como los mamíferos de tamaño mediano y grande. Además, permite la identificación de rasgos fenotípicos que ocurren con menos frecuencia y que podrían no detectarse utilizando otros métodos de muestreo.
Informar sobre la coloración inusual en la vida silvestre mejora la comprensión de varios aspectos de su comportamiento y biología. Esto incluye describir los patrones de color de diferentes especies, aclarar la taxonomía de las especies, estudiar cómo el color afecta las tasas de supervivencia y la selección sexual y explorar su influencia en las interacciones depredador-presa, el éxito depredador y las implicaciones fisiológicas de la variación del color tanto a nivel individual como de población.
El Corredor de Conectividad Llanganates-Sangay alberga una rica diversidad de ecosistemas, que abarcan un amplio rango de elevación (700–3812 m) (Ríos-Alvear et al. 2024). Esto proporciona condiciones favorables para la coexistencia de especies de fauna silvestre tanto de las altas montañas como de las regiones de tierras bajas. Además, su topografía accidentada fomenta el endemismo local, con composiciones de especies distintas incluso en áreas geográficamente cercanas.
La investigación está disponible aquí: https://bdj.pensoft.net/article/137463/
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