Investigación revela la caracterización morfológica de los pelos de guardia de seis especies de pequeños mamíferos
Investigadores del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), Universidad de Especialidades Espíritu Santo, Universidad de Guayaquil e Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO) realizaron la caracterización morfológica de los pelos de guardia de seis especies de pequeños mamíferos no voladores de las tierras bajas del occidente de Ecuador.
De acuerdo a los investigadores, Álvaro Torres-Domínguez, Natalia Molina-Moreira, Sergio Chevasco y Jaime A. Salas, esta información puede ser utilizada para la identificación taxonómica, y además, puede contribuir en estudios de dieta de carnívoros y rapaces nocturnas mediante la identificación de presas.
Las muestras de pelo fueron obtenidas tanto de individuos vivos como de especímenes de museo, y se realizaron impresiones cuticulares y medulares a partir de las porciones medias de las astas y escudos, respectivamente. En total, se colectaron 112 muestras de las siguientes especies: marmosa de Simons (Marmosa simonsi), zarigüeya marrón de cuatro ojos (Metachirus myosorus), rata algodonera peruana (Sigmodon peruanus), Aegialomys amarillento (Aegialomys xanthaeolus), rata común (Rattus sp.), y ratón común (Mus musculus).
Las glándulas mamarias y el cuerpo cubierto de pelo son las principales características morfológicas externas que definen a los mamíferos. En cuanto al pelaje, se sabe que la coloración, forma y disposición del pelo son útiles para la identificación taxonómica. Además, el pelo cumple funciones como la protección contra depredadores y el aislamiento térmico.
Existen tres tipos de pelaje en los mamíferos: las vibrisas o pelos táctiles, que son largos, desarrollados y se encuentran exclusivamente en el hocico, desempeñando una función sensorial; los pelos de guardia o de protección, que son los más largos y forman la primera barrera térmica, cubriendo gran parte del cuerpo y proporcionando una protección mecánica; y finalmente, los pelos subyacentes o lana, que constituyen la segunda barrera térmica.
Aunque el estudio de los caracteres del pelo en mamíferos como herramienta de identificación es antiguo, varios estudios han aportado al conocimiento morfológico a lo largo del tiempo. Los pelos de guardia son útiles para identificar presas en contenido estomacal, egagrópilas o heces, ya que pueden ser sometidos a procesos de digestión, taxidermia o putrefacción sin que su morfología se vea alterada.
En el Neotrópico, los estudios sobre la estructura del pelo en mamíferos han sido esporádicos y se han centrado en órdenes como Artiodactyla (ungulados de dedos pares), Carnivora (carnívoros), Chiroptera (murciélagos), Cingulata (armadillos), Didelphimorphia (zarigüeyas), Lagomorpha (conejos, liebres), Marsupialia (marsupiales), Pilosa (osos hormigueros, perezosos), Rodentia (roedores) y Eulipotyphla (erizos, topos, musarañas). Estos estudios han sido realizados en países como Argentina, Guatemala, Brasil, México y Perú.
En Ecuador, se han caracterizado los pelos de guardia de algunas especies de Carnivora, Primates, Didelphimorphia y Rodentia. Sin embargo, los mamíferos conocidos como “pequeños no voladores” o “micromamíferos”, que son particularmente diversos en el Neotrópico y cumplen roles ecológicos importantes, como dispersores de semillas o como presas de numerosos carnívoros, han sido poco estudiados en este aspecto.
En este contexto, la caracterización morfológica de los pelos de estos micromamíferos es crucial, especialmente en especies endémicas o en peligro de extinción, como aquellas que habitan las tierras bajas de la costa ecuatoriana, en la ecorregión tumbesina, un área con fuerte presión antropogénica.
La investigación está disponible en la Revista Peruana de Biología: https://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/rpb/article/view/28465
Unidad de Comunicación Social
Instituto Nacional de Biodiversidad, entidad adscrita al Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica