Investigación distingue cuatro clados para las ranas arlequines
Un estudio desarrollado por investigadores de 38 instituciones nacionales y extranjeras, entre ellas el Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), distingue cuatro clados principales alopátricos o parapátricos para las ranas arlequines: 1. Sierra Nevada; 2. Venezolano-Andino; 3. Andino-Chocó-Centroamericano (con los clados ignescens y varius–longirostris); y 4 Amazónico (con los clados tricolor y flavescens–spumarius).
Atelopus es un grupo rico en especies de sapos pequeños (Bufonidae) de América Central y del Sur. Se conocen más de 100 especies, algunas de ellas aún no descritas. Las especies pueden asignarse a dos grupos morfológicos, ya sea con cuerpos robustos y a menudo verrugosos y extremidades cortas; o con cuerpos delgados, piel lisa o verrugosa, hocico generalmente alargado y extremidades largas y delgadas.
Si bien algunas especies muestran una coloración críptica, numerosas especies tienen colores y patrones llamativos, por lo que las especies de Atelopus se conocen comúnmente como sapos arlequín o ranas arlequín. Varios de estos anuros podrían ser aposemáticos, porque hasta donde se sabe, todos poseen potentes toxinas cutáneas (principalmente de la clase de tetrodotoxina).
El género se extiende desde Costa Rica hacia el sur hasta la región Chocoana de América del Sur y más allá a lo largo de las tierras altas andinas y las laderas orientales hasta Bolivia. Los Atelopus se encuentran tan al oeste como en la isla del Pacífico de Gorgona y hacia el este en toda la Amazonia hasta el Escudo Guayanés oriental con una aparente brecha de distribución en la Amazonia central occidental.
El género también se conoce de la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia, y las cordilleras andinas y costeras venezolanas. Las ranas arlequín se encuentran en hábitats húmedos desde el nivel del mar hasta la tierra fría, es decir, en bosques lluviosos de tierras bajas y montañosas y páramos, así como en la subpuna.
Con pocas excepciones, las especies de Atelopus son diurnas y terrestres, y muchas especies de ambientes forestales trepan con frecuencia. Todas las ranas arlequín están asociadas en cierta medida con hábitats riparios, y los arroyos se utilizan constantemente para la reproducción cuando los individuos se acumulan a lo largo de ellos.
Varios estudios han demostrado que algunas especies de Atelopus pueden ser polimórficas y/o politípicas, con poblaciones de la misma especie que muestran diferencias en coloración, patrón, tamaño y, a veces, incluso textura de la piel. Al menos en algunas especies, el polimorfismo podría estar vinculado con la introgresión o la clasificación incompleta de linajes resultante del contacto primario y secundario.
Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, 62 de las 97 especies de Atelopus evaluadas están en peligro crítico, de las cuales 39 están posiblemente extintas, y eso debido a que los anfibios a nivel mundial se encuentran entre los vertebrados más amenazados, y las ranas arlequín se consideran el ejemplo más representativo de esta crisis.
El objetivo de este artículo, en el que participó Juan Pablo Reyes (Investigador Asociados al INABIO, es proporcionar una hoja de ruta para la sistemática de Atelopus, y en relación con los clados reconocidos previamente, sean redefinimos parcialmente y definimos otros adicionales.
La investigación está publicada en la Revista ZooTaxa: https://zoobank.org/References/AB79DE73-A1FD-40EB-8024-8CDB1DF1AE90
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